Fotografías que provocan escalofríos, que congelan momentos históricos. Fotografías que enamoran a un coleccionista. El arte de coleccionar fotografía es magnífico y cada vez está más en auge. Desde la temática hasta el número de ediciones de cada impresión, es un hobby que, debido a su particularidad, se presta como muy especial y original.
Hay coleccionistas que sienten fijación por una temática y no sale de ella. Exploran distintos artistas pero deciden seguir un patrón, como por ejemplo, solo hacerse con impresiones que tienen como centro de atención un objeto o persona concreta. Unos deciden guiarse por un rango de precio, otras por un período de tiempo concreto o por simplemente por un artista en particular.
El número de edición de las fotografías también es importante para establecer su valor y precio. Una edición de una fotografía de 50 copias y otra de solamente 3 son ambas ediciones limitadas (se imprime una cantidad determinada de fotografías), pero no tienen el mismo valor. Generalmente, la edición con el menor número de copias será más cara debido a su mayor exclusividad. Las ediciones de 25 copias ya se consideran ediciones grandes y no tan exclusivas, y las ediciones que se quedan desde 3 hasta 5 fotos son pequeñas y muy buscadas. Hay artistas que deciden no sacar ediciones de sus fotografías, y prefieren vender la primera y única copia de su negativo.
Coleccionar impresiones vintage está muy de moda últimamente. No todas las fotografías antiguas son vintage. Con vintage no nos referimos a la fotografía en sí, sino a la impresión de esta. Así que si una fotografía fue tomada en los cuarenta y se imprimió en la misma época, se convierte en una impresión vintage. Se dice que para que una impresión se considere vintage debe haber sido impresa como máximo 5 años después de que el fotógrafo capturase el negativo.
Guardar la fotografía y mantenerla en perfecto estado es también un reto. Enmarcar la obra es importante para conservarla bien y si no se hace así, la fotografía puede presentar ralladas y hasta perder su color original.
En general, coleccionar fotografía es una vocación muy interesante que requiere entendimiento e indagar y dedicarse al cien por cien. Para ampliar una colección y saber conservarla, se requiere conocimiento y mucho trabajo.